
Con su transición al profesionalismo hace 25 años, el rugby ha entrado en una nueva era y el dinero, que ha sido durante mucho tiempo un tabú (aunque siempre presente), circula ahora abiertamente, inflando los presupuestos de los clubes y los salarios de los jugadores, pero amenazando, según algunos observadores, los valores históricos del deporte.
Y más dinero hay, en cualquier sector que sea, más litigios surgen, por lo cual es importante dominar todos los aspectos jurídicos antes de involucrarse en una relación contractual.
Por ello vamos a interesarnos en un aspecto importante de la vida de un jugador profesional de rugby o que aspira a ser profesional: la firma de su contrato de trabajo; haciendo hincapié sobre las particularidades de su contenido y el proceso de homologación, previstos por el convenio colectivo aplicable.
El contenido del contrato laboral
El Convenio Colectivo del Rugby Profesional (CCRP) se firmó el 29 de marzo de 2005, y desde entonces unas 15 adendas, que complementan el CCRP inicial, han sido firmadas por :
-la UCPR (el sindicato que agrupa a la mayoría de los clubes profesionales que participan en las competiciones organizadas por la LNR) por el lado del empleador;
-Provale (la Unión de Jugadores Profesionales de Rugby) y Tech XV (agrupación de entrenadores y educadores de rugby) por el lado de los empleados;
-la LNR (Liga Nacional de Rugby) como organizador y administrador del sector del rugby profesional (sin tener el estatus de parte al convenio).
Este acuerdo, celebrado en virtud de los artículos L. 2221-1 y siguientes del Código del Trabajo, se refiere únicamente al rugby profesional, cuya organización y gestión está a cargo de la LNR. Es aplicable a todos los clubes que han adquirido la condición de profesionales, o excepcionalmente a la asociación en ausencia de constitución de una sociedad (en el caso de los clubes recientemente ascendidos a la 2ª división).
Establece todas las condiciones de trabajo, remuneración, empleo y garantías sociales para las siguientes categorías de personal:
-Jugadores con contratos profesionales con el club;
-Jóvenes jugadores en formación bajo un contrato «Espoir» con el club, y también vinculado al club con un acuerdo de formación;
-Entrenadores del equipo profesional, bajo un contrato profesional o multiactivo con el club.
El convenio colectivo establece un salario mínimo para los jugadores profesionales o multiactivos, los jugadores «Espoir» y los entrenadores de los equipos profesionales.
Con respecto a la formación, hay que recordar que todos los jóvenes jugadores entre 16 y 23 años, que integran un centro de formación deben firmar con la asociación o compañía responsable del centro de formación, un contrato en adecuación con los principios básicos de la FFR.
Además, cualquier contrato de formación debe especificar el contenido y los términos de la formación que se proporcionará al jugador:
- Deportiva: con el objetivo de preparar la carrera de un jugador profesional de rugby;
- Académica: asegurando una carrera en la escuela, universidad, o formación profesional.
De acuerdo con las disposiciones del contrato de formación, si el jugador tiene la intención de ejercer la actividad de jugador de rugby de manera profesional, está obligado a concluir con el club un contrato a plazo fijo de jugador de rugby profesional.
En el caso de que el jugador se niega a firmar el primer contrato profesional, y firme un contrato de jugador de rugby con un club francés diferente o extranjero, el club de formación tendrá derecho a reclamar una indemnización por haber efectuado y realizado la formación del jugador.
Tras negociar todos estos elementos, teniendo en cuenta los mínimos impuestos por el convenio colectivo, hay que hacer homologar el contrato.
La homologación de los contratos de jugadores
Los contratos celebrados por un club con jugadores nuevamente profesionales, y con los “Espoirs”, así como sus adendas y modificaciones, están sujetos al procedimiento de homologación.
Dicha aprobación de los contratos se realiza bajo la responsabilidad del Comité Jurídico de la LNR, tras una opinión favorable de la DNACG (Dirección nacional de ayuda y control de gestión) a nivel financiero. Es un requisito previo para la calificación del jugador en las competiciones profesionales organizadas por la LNR.
La solicitud de homologación del contrato de los jugadores (profesional o “Espoirs”) debe incluir el contrato que vincula el jugador al club y los documentos administrativos necesarios para la aprobación del contrato.
El contrato celebrado entre el jugador y el club debe firmarse:
- por un lado, por el jugador o por su representante especialmente designado (https://abogado-en-francia.com/2019/05/28/el-papel-del-abogado-representante-de-deportistas-en-la-negociacion-de-los-contratos-en-francia/) para este propósito. En el caso de que el contrato sea firmado por el representante del jugador, se debe adjuntar al archivo una copia del mandato de firma;
- por otro lado, por el presidente de la asociación profesional, o por cualquier persona especialmente encargada a tal efecto por el órgano de administración de la sociedad deportiva.
Terminaremos con otra particularidad del rugby en Francia: el hecho que cada club profesional debe tener un número mínimo de jugadores de los centros de formación (en francés: JIFF, por “joueurs issus des filières de formation”). Este sistema, creado durante la temporada 2010-2011, requiere que todos los clubes profesionales, de Pro D2 y Top 14, mantengan una tasa de jugadores de centros de formación superior al 40% en sus efectivos profesionales.
Cualquier jugador que cumpla con uno de los dos criterios a continuación se considera JIFF:
– haber pasado al menos tres temporadas, consecutivas o no, en un centro de formación;
– haber sido licenciado (y haber efectivamente jugado) durante al menos 5 temporadas consecutivas o no en la FFR (Federación francesa de Rugby).
La definición de JIFF no incluye ninguna referencia a la nacionalidad del jugador, su lugar de nacimiento o su ascendencia.
Para la temporada 2019-2020, 15 jugadores no JIFF máximo por equipo podían participar a la liga y el promedio de JIFF alineados a respetar durante la temporada era de 16.
Este artículo ha sido preparado sólo con fines informativos. No es un sustituto de asesoramiento legal dirigido a circunstancias particulares. No debe tomar o abstenerse de tomar cualquier acción legal basada en la información contenida sin primero buscar asesoramiento profesional, individualizado basado en sus propias circunstancias. La contratación de un abogado es una decisión importante que no debe basarse solamente en anuncios.
Léxico:
Rugby en Francia – Contrato de jugador de rugby en Francia –Remuneración de un jugador de rugby profesional en Francia – Fichajes de jugador de rugby en Francia –Abogado representante de jugadores de rugby en Francia