Cuando una persona ha sido víctima de un accidente y ya ha sido indemnizada, pero su estado, relacionado con las lesiones iniciales, ha empeorado, puede reabrir su expediente “en agravación”.
Tiene, en principio, según el artículo 2226 del Código Civil, un plazo de 10 años a partir de la consolidación de esta agravación para hacerlo. Puede haber varias solicitudes dado que la prescripción se aplica independientemente cada vez que su estado ha empeorado.
En general, para reconocer la agravación, se debe justificar un aumento de la tasa de discapacidad funcional permanente (DFP en francés).
Sin embargo, la jurisprudencia evoluciona a favor de las víctimas: cuando la situación familiar de la víctima ha cambiado desde la consolidación, por ejemplo, tras el nacimiento de un niño, una persona severamente discapacitada puede obtener una reapertura de su caso en agravación porque sus necesidades de ayuda humana han aumentado.
La solicitud de una nueva indemnización
La demanda de indemnización por los nuevos daños o los daños agravados se puede hacer tanto amistosamente como judicialmente.
De esta manera, la víctima puede dirigirse directamente al seguro que le compensó inicialmente sus perjuicios, adjuntando a su petición un certificado médico detallando la agravación de sus lesiones.
Todos los documentos médicos relativos a la agravación pueden adjuntarse a la solicitud.
Si el seguro se niega a reabrir el caso o si se demora en hacerlo, la víctima puede demandar el seguro ante el Tribunal competente para solicitar una pericia médica y eventualmente un nuevo monto provisional de indemnización.
La evaluación de la deterioración del daño corporal
Al igual que en la primera solicitud de indemnización, deberá llevarse a cabo un estudio médico para comprobar que el daño agravado tiene una relación cierta y directa con el hecho traumático inicial, así como para evaluar concretamente el daño agravado a compensar.
Una vez obtenido el informe pericial médico, se podrá solicitar a la compañía de seguros una oferta de compensación o, en su defecto, demandarla ante los Tribunales competentes.
Todo este proceso puede ser bastante complejo, por ello siempre se recomienda solicitar la ayuda de un profesional con el fin de orientar e informar de la mejor manera a la víctima.
Así pues, en el supuesto de que necesiten un abogado que hable español, especialista en el derecho de las víctimas y del daño corporal, en cualquier región de Francia (tenemos una red de abogados en todas las zonas de Francia, particularmente en Bordeaux – Burdeos, Bayonne – Bayona, Pau, Perpignan – Perpiñán, Lyon, Marseille – Marsella, Nice – Niza, Nantes, Toulouse – Tolosa), no duden en contactarnos, sin ningún compromiso.
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